Saturday, April 28, 2012

"El agua es gratis; lo que te cobran es el servicio!"

El agua es gratis; lo que te cobran es el servicio!”
4/26/2012

Y así mismo: “El agua es gratis; lo que te cobran es el vaso!” - cuando vas a un negocio.

La realidad es que ese fue el cuento que tuvieron que haberle hecho a las personas en esa primera ocasión donde se hallaron teniendo que pagar por el agua, que hasta entonces había sido gratis.

Ayer hablaba con mi hija Yayi acerca del Senate Bill 2109 (SB2109), durante nuestra cena. Su respuesta me hizo transportar a esos tiempos donde por primera vez se instituía un sistema donde la gente recibía agua por tuberías, pero sólo cambiaban de yugo, del palo de los latones cargados de agua, al de una factura y si no tenías el dinero, te quitaban el servicio. Me hizo recapacitar y entender que se continúa con el mismo sistema de prácticas de consumismo, que ha hecho ricos a unos y esclavizado a otros.

Recuerdo aún cuando el sol candente del Caribe te agobiaba y podías detenerte en cualquier negocio y pedir un vasito de agua, cual te servían en un vasito de cono. La primera vez que vi un letrero que decía: “El agua es gratis, lo que se cobra es el vaso – 5 centavos. Señores, un cono de esos no costaba 5 centavos!!! (Ahora cobran 10 centavos!)

Cuando las decenas de miles de personas indígenas afectadas por la construcción de la Hidroeléctrica/Represa Belo Monte, tengan por necesidad y cruel obligación que dejar lo que hasta entonces han conocido como hogar en el Amazonas, su subsistencia tambien va a quedar atrapada entre las garras del sistema consumista. “No solo te saco de tierras dizque protegidas por el gobierno como tierra indígena, sino que encima te pongo el yugo del consumismo, porque ahora, no puedes comer de lo que cazas, ni de lo que pescas, ni puedes vivir en lo que hasta ahora era tu hogar, sino que tienes que vivir como los demás brasileros. Encima, paga! Si no puedes pagar, la miseria va a comer antes que tú, y lo más probable es que va a comenzar comiéndote a ti!”

Esto no es nuevo. Esto ya ha sido hecho y comprobado en otras partes del mundo. (Si le interesa, lea sobre la gente del Río Yangtze en China).

De todos modos, la gente de Puerto Rico ahora está escuchando un cuento nuevo: “Con el Gasoducto, la factura de la electricidad te va a bajar!” Para mi, es como una resonancia de: “El agua es gratis; lo que se cobra es el servicio!”

Me hace recordar una situación que experimenté cuando vivía en otro estado. La compañía de cable pregonaba de las mejoras a su servicio (el contrato con la ciudad estaba cercano a su fecha de consideración para renovación). Aunque “bateaban” las preguntas que surgían de un posible aumento en la factura y siempre hubo aquellos escépticos que decían: “Nadie dá nada por nada.”, eventualmente y ya renovado el contrato, las facturas aumentaron y me imagino el entrenamiento al personal de Servicio al Cliente, para que enfatizaran el progreso de su compañía local de cable a aquellos que llamaran a protestar.

Tuve la dicha de escuchar las anécdotas de mis abuelos y amigos, del quinqué, del mechuzo, las velas, aún cuando ellos mismos tuvieron la oportunidad de disfrutar del tendido eléctrico. Sin embargo, jamás vi a mis abuelos perder la cabeza porque “se fue la luz”, todos sabían donde estaban las velas, calmadamente se buscaban, y la conversación y el desgrane de gandules y frijoles continuaba.
Los relatos más arraigados a mi memoria y corazón,, de parte de mis abuelos y mi bisabuela, eran aquellos donde me contaban de las rutinas diarias de sus tiempos, del ir a buscar agua,, del camino de veredas de tamarindo que siempre propiciaban a soltar la vara y los latones, para deleitarse con las frutas del camino.

Una de las memorias más gratas que guardo de la primera vez en que mi hijo menor me acompañó a Puerto Rico, fue precisamente durante un mes donde “se estaban llevando el agua” todos los días en Mayagüez. Mi papá tenía un “dron” lleno de agua, y de ahi se traían los latones al baño de la casa, pero como en Mayagüez llueve todos los días desde que el verano acerca su nariz, ese día le dije a mi padre que me bañaría con el chorro de agua que venía cayendo del alero de la casa. Ver la carita de mi hijo, con su jaboncito, el agua chispoteando desmesuradamente, fresca, fría sobre mis cabellos, le provocaba carcajadas. La tibieza, ni la comodidad de nuestra casa más hermosa jamás le ha provocado tanto regocijo.

He comenzado este tema, y he dado un paseo mental recordando gratas memorias, la cual me trae a la risa ingenua de un niño. Recordé la de mi hijo, la mía propia, mientras mi padre pensaba que hubiese sido mejor que él me llevara latones de agua al cuarto de baño, mientras yo solo reía mirándole la cara a mi hijo y permitiéndome a mi misma vivir esa experiencia.. Ahora salta a la memoria la risa contagiosa de un niño en la selva de los Achuar, Chumpi, (véase www.achuarmovie.org) ; una trampa hecha con palitos le provocó tremendas carcajadas. Tanto él como sus compañeros vestían con camisas raídas, andaban descalzos, y sin embargo reían felices. No creo que se sintieran pobres ni carentes. Recuerdo que cuando vi a Chumpi reír asi, me pregunté cuántos niños ríen asi en nuestra sociedad.

Mi tía bella me decía: “Jamás extrañarás lo que no has conocido. Una vez lo hayas tenido y te falte, la historia será diferente!” Eso me hace pensar en todo lo que aquí he mencionado. “El agua es gratis; lo que se te cobra es el servicio!” Mentira!!! Si fuese asi, todos pagarían una tarifa fija!

Yo no estoy contra el progreso, pero el progreso no debe ser en contra mía y mucho menos con lo natural!

  • El agua es gratis; lo que se cobra es el vaso!”
  • Ah, pues bien! Aquí tengo una tacita en la cartera, échemela aquí!


Tai Pelli