La ausencia de
agricultura sustentable en Borikén (Puerto Rico)
2/13/2013
Qué gran equivocación! Se me corrió la cortina, se me cayó la
venda y se disipó el espejismo de una seguridad falsa! Si es que digo, la vida
no da para todo lo que hay que aprender!
La mayor parte de los Boricuas/Puertorriqueños, viven tambien bajo ese
espejismo. Cuando estaba participando activamente en los diferentes eventos y cónclaves
de la Sesión 11ava del Foro Permanente Indígena de las Naciones Unidas, comuniqué
en varios de ellos, temas en los que Borikén se veía afectada. Escuché a otros
participantes hablar sobre la agricultura
sustentable y la soberanía
alimentaria y alli en mi ignorancia, opté por escuchar, ya que despues de
todo, entendía que en Borikén había abundancia alimentaria. “Cómo voy yo a
hablar, cuando hay tantos pueblos originarios que están en grave crisis?” –
pensé. Más sin embargo, hace unos meses me concentré en revisar ciertos temas
que afectan la isla y recibí un fuerte estremecimiento con la seria realidad
que se manifestaba ante mis ojos. Mi percepción estaba muy lejos de la verdad!
Hay tanto que hablar sobre la agricultura
sustentable y la soberanía alimentaria
en la isla (o la falta de), que antes de comenzar a escribir, me quedé en
silencio para al menos ordenar mentalmente todo lo que tengo que decir sobre el
tema. Fue una sensación casi abrumadora. Es entender otra vez más, que las
garras del colonialismo y sus estrategias opresoras continúan ejecutándose a
diario en nuestra isla amada.
· Entre
el 85%-90% de los alimentos que se consumen en la isla son importados.
· “11%
de la tierra del planeta es arable, de ese 11%, 3% es la porción de la tierra
arable del mundo que se considera de primera calidad por sus características
excepcionales para el cultivo”(Frente de Rescate Agrícola citando a la
Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura FAO)
·
De
acuerdo a Hiram Mercado, Director de Distrito Sur del Colegio de Agrónomos en
entrevista con el periódico El Nuevo Día el 3 de febrero de 2012, “Las tierras
del valle agrícola de Santa Isabel son parte de esa porción de suelo primordial…” O sea, es parte de ese 3% a nivel mundial!
·
Esos
mismos terrenos quieren utilizarlos para construir molinos para una supuesta
energía limpia, pero se entiende que una vez se hayan apoderado de esos
terrenos, pocas serán las posibilidades de volver a adquirirlos para una agricultura sustentable. (Y ni empezar a decirle las ramificaciones de
estar expuestos a los zumbidos de los molinos!)
·
De
ocurrir una desgracia donde no sea posible o salir de los puertos a traer
alimento a la isla ó de poder entrar a los nuestros, la isla cuenta con solo 11
días de abasto de alimentos! (Imagínese lo que sucedería el día 12.)
No podemos comer cemento, ni podemos comer molinos. Lo que ya
nos estamos comiendo es el espejismo de una falsa seguridad alimentaria. Caímos
bajo una estrategia donde se destruyó la dirección de la agricultura. Haciéndola
ver en cierto modo como una profesión/labor retrógrada, para asi fomentar y
alejar a las gentes de sus tierras y por ende cayendo en la esclavitud del
consumismo, donde esas promesas de más viabilidad financiera/económica, estaba
diseñada a que la ganaras por un lado y la tuvieras que gastar toda para el
sustento tuyo y de tu familia y encima hasta te endeudaras.
Miles de agricultores terminaron vendiendo sus fincas para
ingresar a esa nueva fuerza laboral que prometía y anunciaba el progreso del
país y del Boricua/Puertorriqueño. “Los chavos hacían falta!”
Ahora, aunque no estemos concientes de ésto y sentimos el
yugo de la presión y necesidad económica, continuamos creyéndonos el cuento del
tal progreso sin reconocer que el progreso no es necesariamente para el Boricua/Puertorriqueño,
sino para los grandes empresarios, las multi-nacionales y los desarrolladores.
Nos quejamos del calor y de las inundaciones, pero no objetamos a la grave
deforestación de nuestra isla (y en ocasiones ni se apoya a los que lo hacen)
para hacer un centro comercial ó un área de estacionamiento. Ofrecen la “gran”
economía que habrá en la factura de la electricidad para convencer a todos a
que cedan más de nuestras tierras, recursos naturales y patrimonios, cuando en
realidad el precio a pagar es demasiado caro.
Monsanto llega a nuestra isla ofreciendo toda índole de
trabajos a una isla que tiene una de las tazas mayores de desempleo en los
Estados Unidos y territorios y la emoción y justificación de “los chavos hacen
falta”, vuelve a repetirse, sin pensar que con permitirles estar en nuestro
amado terruño, volvemos a permitir otro ultraje más al pueblo Boricua/Puertorriqueño.
Contribuyendo a que se siembren las “semillas venenosas”, ya rechazadas por
muchos países, pero, “como los chavos hacen falta”, se repite la historia.
Cuánto tuvo que sufrir la Isla Nena (Vieques/Bieke), antes de
que el pueblo se uniera para sacar la Marina? Cuánto más perdurarán los daños y
efectos de toda la porquería química que quedó en esos lares?
La concientización sobre la importancia de la agricultura sustentable ha hecho que ya
muchos comenzaran a guardar sus semillas. Son un tesoro! Preservar éstas en su
estado natural será crucial en un futuro, si es que no han sido ya contaminadas.
(Me hace pensar en cómo en la finca de mi abuelo, cuando salían algunas chinas,
toronjas, aguacates, etc. extremadamente ricos, se guardaban las semillas para
sembrar más. Lo que parecía ya costumbre natural, se ha perdido pero ahora es
imperativo!)
Pensamos que como el agua sale por la llave y hay
supermercados por doquier en la isla, que tenemos seguridad alimentaria, cuando
existen ya lugares donde la gente lucha precisamente para proteger SU AGUA y
asegurar la agricultura sustentable
y su soberanía alimentaria. Si como Boricuas/
Puertorriqueños, estamos importando entre el 85% - 90% de lo que consumimos,
estamos pero que bien lejos de lo que es la agricultura sustentable y mucho más aún de la soberanía alimentaria.
El que viene a la isla, no viene a montar kiosko para
beneficiarlo a usted. Viene, como decimos en la isla para ver “cómo le saca el
jugo” y llenarse los bolsillos. Si en el proceso, usted se hace de dos o tres
pesos, no los celebre mucho, porque están acabando con los recursos de la isla,
contaminando nuestras tierras con desperdicios, sembrando venenos y con alzar
vuelo les basta, cuando les seamos prescindibles. Dejando tras de sí,
carcinógenos, problemas ambientales, enfermedades, pero una buena clientela
para nuevos fármacos, (si es que los puede pagar), y a usted con una mesa
cubierta de frascos de medicinas que le arreglarán una cosa pero le dañarán
unas cuantas más para no perderlo como cliente. Encima, perpetuándoles como
consumidores, vendiendo al precio que nos impongan como colonia y como
consumidor individual y el día que necesite de la ayuda de cupones de alimentos,
seguir pelándonos como pueblo y como si la condición de dependencia no la
hubieran creado esos mismos que controlan la isla como marioneta.
Tenemos que analizar lo que ha sucedido en nuestro terruño y
efectuar un cambio basado en las acciones como pueblo. Despues de todo, ni comemos
molinos, ni comemos cemento!
Tai Pelli
iExelente post! Espero que miles de puertorriqueños compatriotas puedan leerlo.
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