Cuando el Cáncer toca a tu
puerta
16 de agosto de 2014
Antes
que nada aclaro que no es a mi personalmente, pero que sí toca a mi puerta
literalmente. No es novedad la relación tan estrecha que existe entre Arlene
Bonet y yo. Toda una vida, sin importar si estamos físicamente lejos o cerca,
hemos estado unidas. Es mi hermana del alma. La amo con toda mi alma.
Hasta
entonces la que se pasaba enferma era yo, y quien corría era Arlene. En unos
tiempos donde ya es tan fácil pensar que lo que tenemos todos es un virus, asi
sucedió hace aproximadamente tres semanas atrás. Su malestar de dolor de
cabeza, náuseas y vómitos ese día, me hizo decirle: “Tiene que ser un virus,
porque Lelo comenzó con el mal de estómago y náuseas y estoy asi tambien y con
las tripas hechas papel. Lo cogimos los tres!”
Sin
embargo, el malestar fue tal que al otro día decidió ir a ver al médico. Algo
le decía que major fuera al hospital, por eso de que si le tenían que hacer
laboratorios, se los podían hacer alli mismo. El haber escuchado esa vocecita
ha sido una bendición. Mientras le buscaban la razón de su malestar estomacal,
encontraron las masas en los riñones. Una de las personas que la atendió, ni
corta ni perezosa le dijo que le habían encontrado unos tumores y parecían ser cáncer.
Taránnnnnnnn!!! Asi, como se los digo! Recibir el texto de Arlene donde me decía
eso y que la tenían que internar, me chocó, pero ambas con una actitud muy positiva,
sabíamos que a este buey lo tomaríamos por los cuernos y que todo estaría en
perfecto orden.
Al llegar al hospital y salir del elevador me encontré con que estaba en la Sala Oncológica. Como me la paso leyendo y soy un médico-cirujano frustrada, estudio por mi cuenta, pero
no estaba empapada de lo que es el cáncer de los riñones y cómo opera éste. Me
preguntaba: “Cómo es que asi de rápido la van a tener en una sala oncológica
cuando no le han hecho una biopsia?” Entré a la habitación y la vi alli,
sentadita con sus piernas cruzadas en la cama, como una niña curiosa que espera ya mismo le entreguen su dulcecito por portarse bien. Las
cartas se habían virado. Comúnmente soy yo la que termina en la cama de
hospital y Arlene a mi costado. Se la llevaron a hacer varias pruebas y
aproveché para leer y empaparme de lo que es este tipo de cáncer.
Estamos
acostumbrados a pensar en toda esta retahila de procesos cuando alguien es
diagnosticado con cancer. Pensamos en biopsias, períodos de quimioterapia, cabellos
calléndose, pérdidas de peso que angustian presenciar, etc. Éste no es el caso
de este cáncer silencioso. El cáncer del riñón, suele ser encontrado sin que se
le esté buscando, particularmente si la persona no está experimentando
síntomas, lo cual era el caso de Arlene. Cuando la persona se presenta con
síntomas, ya el cáncer está bastante avanzado. El cáncer del riñón, no suele
responder a tratamiento de quimioterapia, entre otras. Se procede con cirugía. (Eso
iba con el “lá” que ya nos habían informado sobre el riñón izquierdo, el cual
tenía que ser extirpado.) Pruebas como un CT Scan con contraste, les deja ver a los médicos la condición del tumor. Cuando regresó al cuarto, ya le había buscado hasta
grupos de apoyo. (Es impresionante la manera en que una responde antes estas
situaciones.) Ella llegó sonriente, conversadora, de buen ánimo a la
habitación. Le había traído un sandwich y ella estaba lista para comerle.
Cuando
tu hermana del alma está en una situación como ésta, la mente corre a millón,
tiendo a ser pausada, con esa pasta de tolerancia, pero mi mente galopaba
preguntándome si esto no era acaso una pesadilla. Despues de todo, Arlene
practica Kriya Yoga hace años, es vegetariana hace varios años tambien y cuida
mucho de su alimentación. En fin, una persona saludable, positiva y que nunca
ha sido víctima de circunstancias (NI LO SERÁ!).
Estuvo
cinco días internada, haciéndole una cantidad de pruebas. Mientras tanto, me he
leído todo lo que he encontrado sobre este cáncer. (Parece que asi es que opero.) Mis propias condiciones físicas toman un segundo lugar en la calidad de
pensamientos, porque el bienestar de ella se ha convertido en una de nuestras mayores
prioridades. Su hijo llegó de la isla y está aqui con nosotros.
Cuando
se nos confirmó que la masa del riñón derecho tambien era cancerosa, aunque
estábamos como palmas, no puedo negar que nos tambaleó un poco, asi mismo, como
se tambalean las palmas en una tormenta, pero NO caímos, no nos arrancó, no nos
tumbó. Las preguntas sobre las posibles alternativas no recibían la respuesta que
anhelábamos y le será extraída una porción de ese riñón tambien. Pero hablemos
de las bendiciones, el diagnóstico, el “tal virus”. Si no hubiese sido por eso,
quién sabe cuánto tiempo más hubiese estado desarrollándosele la enfermedad y
qué consecuencias traería cuando se manifestara. Arlene está bendecida por una
fuerza mayor.
La
carga económica que trae consigo esta enfermedad en este país es bastante
aterradora. Éstas no son "pruebitas de diez pesos". Trabajando independiente,
donde si no trabaja no se cobra, y como masajista, sabemos que habrá una pausa
en el ingreso, en un momento donde el dinero se necesita con urgencia. He pedido la
colaboración de mis amigos, y nuestros compañeros de clase y colegas. Cómo más?
Sé
que Arlene es una campeona y que a través de los años, como todos, ha crecido
espiritualmente de una manera hermosa, como una flor. (Jeje, como esas mismas
flores que cuando éramos unas muchachitas, se colocaba en los cabellos y lucía
sonriente. Cuánto le he hecho bromas por las flores en la cabeza!!! Pero no me
condenen rápido, ella no se queda atrás, eh? Ella me bromea porque mientras
ella usaba las flores, yo me ponía una plumita en mi cabeza.)
Yo sé que esta
etapa tambien pasará, ha tocado a la puerta un intruso que al asomarnos entró a nuestra casa sin permiso. Pero somos guerreras, y esta batalla la ganaremos, de eso no me cabe duda.
Tai Pelli
Juntas siempre! |
jeje, nuestras bromas! |
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